XIV

13:46 / Publicado por Inés /

Los versos de la calle no tienen nombre,
son dos alas con besos que no se esconden.
Los versos de la calle son tan oscuros
que una noche con luna les guarda abrigo.

Y en la calle de lluvia no espero menos
que tu cuerpo desnudo junto a mi lecho.
Y con suerte la Copa la ganan otros
(esa gente de esmoking nos queda lejos).

No es tu bien, es mi vientre quien pide a gritos
el calor de tus labios entre mis muslos.
Es silencio quien huye de madrugada
y me deja perdida con tus suspiros.


No me digas tu nombre, llámate nada:
no quiero que seas tan solo una palabra.

Cuéntame lo que quieras, y ya me dices
si estos versos de viento fueron oscuros.

2 Comentarios:

Comment by Vane. on 10 de enero de 2011, 23:35

Un profesor de Literatura que tuve recurrió al Génesis ( " EN el principio fue el verbo") para explicar el por qué de la Literatura.
Catorce años en un colegio de monjas escuchando ese versículo sin que me dijera absolutamente nada, y viene este hombre y hace ver cómo somos palabra, cómo necesitamos nombrarnos a nosotros y a nuestro mundo para acceder siquiera la ilusión de manejarnos.
El periodo de angustia más intensa que me produce un problema es el que transcurre sin ser capaz de definir lo que me pasa, sobre todo porque compruebo que no nombrarlo no hace que desaparezca.
Y ahora vienes tú, y escribes " No me digas tu nombre, llámate nada / no quiero que seas tan solo una palabra", y me descubres las opciones que ofrece el no nombrarse... :).

Feliz año.

Comment by Inés on 15 de enero de 2011, 19:44

GRACIAS DE CORAZÓN y feliz año!

Publicar un comentario