VII

0:19 / Publicado por Inés /

PREGO

No quiero olvidarme de ti ahora que puedo,
ahora que tengo alas que me llevan lejos
ahora que lejos es más que una palabra
ahora que las palabras llegan a cualquier sitio:
y es que los sitios, todos, saben de tu nombre.

Dios ha creado las noches que se arman
de sueños y las formas del espejo,
te encuentro, soñada y reflejada,
escondida en palabras de J.L. Borges.

Es la noche. No preciso recordarte
si voy a meterme a tientas en tu vida,
en la botella de vino acabada en el aparador…
medito la fuga, esquivo el fracaso,
lío el cigarro corto, y escribo y fumo
imaginándome ese viaje contigo.

Te pido una disculpa, y también pido
amarte en cada hueso, en cada poro…
en tu sonrisa, mueca imperecedera,
en ti o por ti, la vida entera.

No me cuesta trabajo olvidarte,
no me cuesta vivir sin tu latido
no me cuesta volar sin fin ni nido
no me cuesta caer en suelo frío
ni me cuesta ser barco saqueado
perdido entre mares y peligros

No me cuesta calcular el desencuentro
ni bajar la cuesta del olvido.

A mí lo que me cuesta está ya escrito:
jugué … fue todo o nada, y lo he perdido.

2 Comentarios:

Comment by eigual on 15 de agosto de 2010, 10:59

Tremendo final.

Vale la pena jugarse todo a una sola carta. Aunque se pierda.

Perder también, ayuda, en otras ocasiones, a ganar.

Un abrazo.

Comment by Vane. on 2 de septiembre de 2010, 23:15

Dicen que mejor arrepentirse ( si hay que llegar a esos extremos) o sufrir por lo que se hace que por lo que se atreve una a vivir.
Yo lo suscribo, y ojalá lo pusiera más en práctica.

Gracias por la visita...¡ y por lo que escribes!.

Abrazos.
Y un café de puchero con azúcar moreno ( junto con el cigarro, ya tenemos el cuadro completo :) ).

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