VI

16:23 / Publicado por Inés /

Vengo de Atlantide

Vengo de Atlantide a buscar tu cintura,
a enredarme en tus senos.
A jugar con tus labios.
A sentirme madura y a sentirte
y a enlazarme en tus piernas,
a anudarme en tus manos y enredarme en tu pelo,
a jugar a encontrarte en caminos desnudos.
A fingir que no sientes,
que no siente tu boca
y no siente mi boca despertarse en la tuya.
No vengo por nada que no sea tu nombre,
madrugar en tu espalda,
acunarte despacio,
sonreír en tus párpados y rozarte las nalgas,
y lamer el azúcar que despide tu vientre
mientras lucho en silencio por tener
algo más que tu nombre o cintura,
algo más que tus besos y tus dulces palabras
que se acaban de noche;
por tener algo más que tu cuerpo desnudo,
que caricias despiertas
y un suspiro desierto cuando te has ido.
Vengo de Atlantide.
Sé presente.
Nunca aprendí a irme con las manos vacías.

2 Comentarios:

Comment by eigual on 13 de agosto de 2010, 21:14

Tienen tus poemas, ese toque de aire fresco. Esa caricia, que llega, de repente, cuando no la esperas y que te refresca la piel.

Son tus poemas, una flecha que atraviesa, y te deja, tan enamorada como encantada. Realmente, me gusta leerte, porque me inspiras esa cosa, que pocas personas logran.

Un abrazo, Inés.

Comment by Inés on 14 de agosto de 2010, 14:57

gracias mil Eigual. De eso se trata no? de transmitir algo, un escalofrío, una bonita sensación, un recuerdo...algo que haga temblar.
un abrazo

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